Una de las experiencias más emocionantes y bonitas de mi vida ha sido, sin duda, mi experiencia Erasmus. Nunca olvidaré el momento en que la profesora nos comunica que nos ofrecen una beca para realizar las prácticas en el extranjero. No me lo termino de creer hasta el día que me dicen: Patri, te vas a Montpellier! Y ahí empezó todo…
Entre nervios, miedo, emoción y en definitiva, un cúmulo de sentimientos inexplicables, viajo rumbo a Francia sin saber que me deparará este país aún desconocido. Tuve mucha suerte, pues me acogió en su casa una familia de la que guardo muy bonitos recuerdos y con la que aún sigo manteniendo contacto, pues a pesar del idioma, me trató como a una más.
Viví momentos tristes, eché de menos a mi familia, pero también momentos alegres, me independicé con mi mejor amigo que vino de España, conocí gente nueva, salí de fiesta, en mi empresa me iba genial, y cada vez tenía más ganas de quedarme allí.
Mi amigo encontró trabajo y actualmente vive allí, continuando la experiencia que yo tuve que dejar, pero que algún día espero retomar junto a toda la gente que dejé atrás. Lo mejor de todo es que aún me emociono al recordarlo y todo ello se lo tengo que agradecer al Instituto Luis Buñuel, que confió en mí y me dio esta oportunidad.
Gracias por todo!!!!!!!!!!!!